lunes, 9 de agosto de 2010

PLAZA DE LA SOLIDARIDAD

Flanqueada por Diego Rivera y el Ritz te encuentras,
con tus seis faroles fundidos,
tu fuente de tres cascadas inquieta la perezosa y tosca agua verde,
estoicamente custodiada estás por enanos helechos y tibios pinos,
los de antes que son como yo te nombraron "Plaza de la Solidaridad",
pero en ese momento junto a ella no fuiste solidaria con mi pequeño discurso de amor,
tu agua no salpicó su corazón para que muriera el hielo que lo enjauló,
ni esos tus faroles se encendieron cual sol de tres de la tarde para alumbrarle el camino,
en una de tus crueles bancas, esas de color verde muerto que están habitadas por trasnochadores con periódico de almohada  o ebrios de dudas por su tristeza inmaculada,
en una de esas ella me abandonó,
-"Plaza de la Solidaridad"; eres maliciosa, turbia y negra con mi amor-,
-"Plaza de la Solidaridad"; apaga tus borbollonees de agua cruda, déjame beber tú resplandor-,
-"Plaza de la Solidaridad"; apoya a mi amor deteniendo sus pasos, guardando sus gestos y conservando su olor-,
-"Plaza de la Solidaridad"; triste y engañoso nombre tienes-,
deberías llamarte "Plaza del maldito adiós".

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