lunes, 30 de agosto de 2010

CARTA NUMERO TRES

Ángel del paraíso:
Hace tiempo que no respondes a mis cartas, temo mucho que te hayas transformado en petirrojo y desaparecieras en el horizonte junto con la certeza de tenerte, tu silencio me incita a derramar las primeras lágrimas de la mañana que de vez en vez confundo con rocío, maldigo a mis pies por no correr tras el hallazgo de tu aroma que es como flor de febrero; hoy, tomé mi viejo cuaderno de garabatos y con la última tinta de la pluma hice el intento de recordarte entre papel, de plasmar el fuego de tus ojos, lo callado del movimiento de tus rizos o la ternura de tus pechos (...) ya casi no pude hacerlo.
Eterno y tuyo.

No hay comentarios: