miércoles, 1 de junio de 2011

MIENTRAS OTRO TE DICE QUE TE QUIERE MÁS QUÉ YO

En manirroto espejo busco un amante de momento
pero el miedo por saber si estoy durmiendo con dios o con el diablo
me obliga a clausurar el palacio amueblado de cruces rotas
en el qué no basta con los sueños para defender el arrabal suspiro del amor.

En el desesperado borbotón de súplicas tú sonrisa se apagó
y mis labios qué derramaban desnudez al entrar tus madrugadas se secaron
creyendo que tú silencio era el horizonte exacto dónde terminaba el mar
y tus luceros sólo mentían a cerca del paralelismo de nuestro corazón.

Confuso axioma fue nuestro amor
en dónde tú eras el problema y yo sólo una variable en tú corazón
quise derivar tú sueño y me convertí en error absoluto
traté de ser la potencia de tú alma y terminé sumando un cero a mi ecuación.

El reloj no tiene marcha atrás
el corazón firma el poema del adiós
y mi cuerpo te extraña
mientras otro te dice qué te quiere más qué yo.