lunes, 26 de diciembre de 2016

TITIRITERO

Hay que irse yendo poco a poco. Sin violencia. Sin enojos. Sin malos ratos para nadie. Sin adioses fulminantes. Sin despedidas tortuosas. Basta con dejar de escribir o hablar. Basta con que recordemos lo olvidado. Simple. Contundente. Hay que irse yendo mientras sepamos quienes somos o lo que no somos. Basta con romper los espejos. Basta con dejar de pronunciar nuestro nombre.
Primera llamada. Primera.

Y en la aureola externa del fogonazo, en donde todo por momentos se ensombrecía, hoy ya sólo queda la dulce rivera tranquila del Aqueronte, ya sin el barquero, ya sin los demonios, ya sin las monedas marchitas en los ojos. Las luciérnagas de la Psique tiritan con más fuerza mientras el humo del cigarro que enciendo, me aleja para siempre de ahí.
Segunda llamada, segunda.

...Qué sabes tú de la vida si nunca has deseado estar muerto...

Tercera llamada, tercera. 
Comenzamos.

miércoles, 12 de octubre de 2016

CARTA ABIERTA SOBRE LA IGNORANCIA REDUCCIONISTA

Caos somos y en caos nos convertiremos.

Buenos días, buenas tardes, buenas noches. Y digo "buenos/as" porqué decir "malos días" (sobre todo, últimamente) sería un pleonasmo.

Y arriba digo últimamente, porqué ya todo indica que la batalla contra lo "malo" está perdida.

Algunos dirán que estoy exagerando; que quizá consumo algún tipo de droga blanda o dura, o simplemente pensarán que soy un perfecto idiota. Y quizá, en cualquiera de las tres opciones, tengan razón. O quizá tendrán una cuarta o quinta y aún así tendrán razón. Digo que perdimos la batalla, porqué la expresión de esa cuarta o quinta razón, que no es las construidas por mi, jamás se ve reflejada en ningún lado, gracias quizá, a que la guerra contra "malo" está perdida.

Se preguntarán porqué repito tantas veces "malo" y en diez renglones no hay una definición del concepto. Quizá se me olvidó de lo que quería hablar, o simplemente estoy tratando de hacerles creer, de manera melodramática que lo "malo" es, en realidad, "peor" de lo que imaginan.

Hablo de eso "malo" que nos hace creer, idolatrar, copiar y hasta transformar la esencia de nuestro ser, en algo que tiene mas prolijo que la satisfacción inmediata, el placer transaccional y la euforia pasajera. Hablo de eso que nos seduce a través de la calma, la mansedumbre, la pasividad positiva y nos resguarda delicadamente, en su falso fuego. Uno que nos evoca danzar cuales monjes antiguos, al unisono ritmo de su suculenta melodía.

Lo "malo", simplemente lo definiré cómo "ignorancia".

Y no hablo de la ignorancia Aristotélica, ni de la Gassetiana, ni mucho menos de la Docta ignorantia de San Agustín o de Nicolás de Cusa. Hablo de esa pestilente ignorancia reduccionista que nos embriaga las fosas nasales hasta el punto de no saber diferenciar entre vinagre y rosas.

Se dice que Einstein tenía siete trajes iguales con el fin de no perder tiempo en la mañanas para escoger que ponerse. Y tal parece que el mundo, nosotros, estamos haciendo lo mismo, con las ideas. Somos una infinita fábrica de reciclaje mental cuyo proceso de generación está nutrido por el abono del no entendimiento y regado con el quimérico fluido llamado "desgana".

Notarán que le he llamado "ignorancia reduccionista". Y ustedes díganme si no es así.

Hemos reducido nuestra capacidad de observación a simples sistemas de gestión llamados "aplicaciones". Todos los días, usamos esas herramientas para poder diferenciar cada uno de los sistemas que nos rodean. Nuestra observación del medio, está fundamentada en el bajo nivel de opciones para interpretarla. Visiones estructuradas por algunos. Visiones que hemos tomado cómo nuestras, sin importar si conocemos o no, cuál es el origen, proceso, entendimiento, interpretación y relación que hay entre, quien las crea y quien decide que esa "visión" es la "correcta" para todos los demás.

Hemos reducido nuestro proceso de toma de decisiones a simples y banales arquetipos diseñados para no tener que emitir juicio alguno sobre ellos porqué ahora un simple "si o no" es todo lo que necesitamos para vivir. Dejándonos indefensos y arrancándonos nuestra propia naturaleza inquisitoria. En pocas palabras, perdimos la lucha por tener pensamiento propio. Hemos reducido nuestras aspiraciones humanas, a simples simulaciones nihilistas de obtención de placer inmediato. Incluso somos tan buenos en ésto de la "ignorancia reduccionista" que hemos convertido casi todas las sensaciones, emociones y sentimientos, en pequeñas esferas que con la diminuta fuerza ejercida sobre un cristal, transformamos en "real" aquello que no tiene un sustento equilibrado de creación.

Y algunos se preguntarán, ¿Cómo llegamos a ésto? La respuesta está en cualquier espejo que tengan al alcance de su mano.

Ésta "bendita" "ignorancia reduccionista" a tenido unas excelentes válvulas de escape.

1.- El gobierno: motor de las desdichas sociales mas puras a través de represión.
2.- Iglesia: generador de fantasías extra-terrenas.
3.- Economía: aunque amoral en su concepción científica, es la culpable de la diferenciación y regulación material humana.
4.- Educación: carente a pesar de no estar atada mas que al individuo que deseé adquirirla
5.- Sociedad: somos ovejas perdidas entre el infinito mar de lobos que, al ser más adaptados, nos devoran sin piedad alguna.
6.- Los Sistemas: herramientas diabólicas auto-gobernadas que sólo buscan la perdición.
7.- Todos los demás: si todo ya está hecho por los demás, de nada sirve que yo lo haga.

¿Ignorancia reduccionista? Si. Mucha.

Espero podamos recordar que todos los elementos, procesos, normas, dogmas, paradigmas, definiciones, interpretaciones, sustancia, verbos, conceptos, leyes, estatutos, principios, postulados, creencias, cultura, información, comunicación, instancias, gobiernos, sociedades, determinaciones, percepciones, ideas, ideologías, teorías, modelos, estructuras, formatos, formas, fondos, enigmas, circunstancias, desarrollos y desenlaces, son creados por NOSOTROS. Si no los comprendemos, analizamos y entendemos, la guerra seguirá su curso hasta desenlazar en nuestra propia extinción.

¿Quieres culpar a alguien de ésta ignorancia? Mírate en el espejo
¿Quieres cambiar las cosas? Mírate en el espejo
¿Quieres hacer lo que nadie hace? Mírate en el espejo
¿Quieres dejar de ignorar? Mírate en el espejo

Y cuando por fin hayas dejado de mirarte en el espejo, podrás decir que tu "ignorancia reduccionista" se ha convertido en simple ignorancia. Y contra esa, se puede luchar y ganar porqué, la llana ignorancia es la única y verdadera madre del Conocimiento.

sábado, 24 de septiembre de 2016

YA PARA QUÉ

Lejos
en rincones extraños
abandonado por toda esperanza
te busqué.

En desiertos cargados de agua
en mares secos de frío
en poblados sin nombre
te buscaba.

En manecillas sin tiempo
bajo nubes amargas
en veredas ocultas
en ciudades nubladas
te buscaba.

Y cuando por fin cansado
con las manos tristes
y los sueños ya perdidos
te encontré.

SIN SOLEDAD

En este mismo instante
hay un hombre enamorado que sufre
torturado por sí mismo
por sólo amar a quien no debería.
Ignoro dónde vive, que lengua escribe
de que color tiene los ojos y la piel,
ignoro cómo se llama, si mira la luna,
si tiene tentáculos o pies. En este mismo instante
cuando tus ojos redondos lean este pequeño poema
ese hombre existe, grita
se puede oír su llanto por doquier, se muerde los labios,
rompe una carta, quema las rosas y bebe sin querer.
¿Oyes? son los susurros de un hombre enamorado
acosado por el frío, rendido ante la figura lejana de una mujer.
¿He dicho sólo? ¿No sientes cómo yo el dolor de su infortunio?
¿No te brotan lágrimas al leer su tragedia?
Nadie está solo. Ahora,
en este mismo instante,
también a ti y a mí
alguien nos convirtió en sombra
también tu y yo morimos juntos
para resucitar después.

domingo, 18 de septiembre de 2016

CUALQUIER LUGAR

Se que vives por aquí, éste frió incontenible no es el mismo de siempre. 
Se que día tras día aumenta la probabilidad de que por aquí te encuentre, que estos dulces trinos de ave entumecida retumben sobre éste páramo de vida. 
Se nota que vives por aquí, las flores y arbustos que rodean el acá, son más bellos y la memoria de los colores es más nueva y cálida. 
Sé que te veré un día por aquí y lo sé porqué las nubes no lloran y el pedregal por donde camino me ha contado lo triste que es tenerte y no tenerte. 
Pronto, quizá un día cómo hoy te encuentre convertida en estatua o en malva verde, quizá me encuentre una foto tirada o el labial con el que dibujas tus besos. 
No sé, algo me dice que vives por aquí y pronto nos encontraremos.

Tan pronto que hoy, ya conozco tú aroma.

viernes, 5 de agosto de 2016

VALENTÍA

En realidad no sé si era una, dos o cinco
si cazaba fantasmas o se resignaba por su antigua conflagración.

En realidad no sé si esperaba el silencio o el silencio a ella
si la noche dormitaba por su insomnio
si la madrugada se sentía más viva porqué ella le habitara; sólo lo supongo, no lo sé de cierto.

En realidad no sé si era la reina de las flores o aquella que está frente a Dios
si las leyes naturales existían por su obra y gracia
si el tiempo adelantaba o atrasaba al compás de sus pasos
si la boca, su boca, era paz sin dueño; sólo lo imagino, no lo sé de cierto.

En realidad no sé de dónde llegó; de Hungría, del Seis Banderas o de dónde florece el agua
si ella que ve gente que calla y pasa, sea la que me vea y pase
si su cabeza se arrepienta de tener los ojos cerrados
si su tristeza sola de estar acompañada sea sólo una bocanada de humo de cosas que no habla; sólo lo pienso, no lo sé de cierto.

En realidad no sé si me perdí porqué quise o porqué sólo quería desaparecer con ella un instante
si ella que no baila se embroca en la oscuridad de leer con las manos grises en un corazón amarillo
si ella colisiona tres obsidianas con la textura de su cuello
si ella que tiene dos obispos anaranjados en los ojos que no miran
si ella, si ella, sí, ella; sólo divago, yo no lo sé de cierto.

jueves, 7 de julio de 2016

ODA PARA LOS AMANTES

Abandónalo poco a poco, sin rompimientos exagerados, sin melodramas, sin llantos; dile que todos los viernes tienes junta, que a tú amiga la rubia, le dan después de la cinco, espasmos; dile que tus migrañas están peores, que el dentista abre tarde, que los fines de semana, son comidas familiares; abandónalo, gana poco a poco el terreno de su insomnio, arráncale sin aspavientos sus sueños, sus nostalgias, hazte dueña de sus miedos y sus cantos.

Mientras ejecutas ésto con maquiavelismo, yo iré ganándome levemente tus besos, el roce de tus manos, tú mirada incandescente, te recogeré cuando llueva, nos encontraremos en lugares extraños, donde nadie reconozca tú maldad y la mía; nos haremos el amor despacio, suave, parsimoniosamente y mientras sudamos, cada gota derramada sobre las blancas sábanas nos dirá que hacemos bien, que nos amamos, que no es nuestra culpa tener que engañarlos; en las primeras veces, recordaremos: tú a él, yo a ella, nos veremos desnudos y sabremos que nuestros cuerpos están hechos a la medida y que mientras eran usados por otros, sufrían brutales marcas, infinitas cicatrices.

Anda, abandónalo, no lo pienses más; si no lo haces, perderemos la frescura, se nos terminará el encanto. Anda, abandónalo, te compraré mil rosas, te mandaré palomas y te diré que si te amo. Anda, que yo también la abandonaré, le diré que aunque es dulzura al tacto, mi corazón se fue con tú aroma y tú canto. Anda, convéncete, llámalo, y dile que descubriste que no son el uno para el otro, que no quieres matrimonio, que su familia no es un encanto. 

Anda, ven conmigo, ya es hora de hacer el amor en aquel hotel barato.

domingo, 26 de junio de 2016

CÓMO VAS A SABER

Cómo vas a saber lo que es hacer el amor
si jamás has visto el sudor de su espalda al amanecer pensando que no había más agua que esa en el mundo.

Cómo vas a saber lo que es el pánico
si jamás fuiste a buscarle a su casa sin saber si estaba.

Cómo vas a saber lo que es el lodo
si nunca te arrodillaste arrepentido suplicando un perdón.

Cómo vas a saber lo que es la música
si jamás cantante su canción preferida de memoria.

Cómo vas a saber lo que es la amistad
si nunca le diste un consejo sin buscar primero tu ganancia.

Cómo vas a saber lo que es el cariño
si jamás le diste un abrazo sin morbo en un día oscuro.

Cómo vas a saber que es la humillación
si jamás le dijiste en la calle a todo mundo que le amabas.

Cómo pero cómo vas a saber lo que es el insomnio
si nunca le dijiste algo que ni el oleaje del mar podría borrar.

Dime, cómo vas a saber lo que es la lejanía
si jamás bajo la lluvia temblaste porque no tenías su abrazo.

Cómo vas a saber lo que es el dolor
si jamás viste a quien amabas de la mano de alguien más.

Cómo vas a saber lo que es la poesía
si jamás le intentaste bajar la luna o el sol o quizá una estrella.

Cómo vas a saber lo que es la soledad
si nunca te dejaron esperando bajo el reloj.

Cómo, cómo pero cómo vas a saber lo que es el egoísmo
si primero no te permitiste pensar en el otro y no en ti.

Cómo vas a saber lo que es morir un poco
si jamás quemaste sus fotos junto a los peluches.

Cómo vas a saber lo que es la injusticia
si nunca te reclamaron aún cuando no tenían la razón

Cómo pero cómo vas a saber lo que es llorar, si, llorar,
si jamás le tuviste que romper el corazón a alguien.

No sé, quizá no sepas jamás nunca que es la vida

si nunca jamás has sabido

estar enamorado.

jueves, 9 de junio de 2016

DONDE NO TE PUEDO ENCONTRAR

Donde no te puedo encontrar,
cómo en estas cuatro paredes, que embotan mi vida,
en cualquier aeropuerto, concertado o desconcertado,
estaría tu nombre.

Aquí, cuando empezaste a vivir para el oro,
cuando se quedó entre sus manos tu cabellera,
pusieron una fecha: veintiocho de mayo. Y regresaron.

Alrededor de ti, de lo que fuiste aquí,
en el cerro gordo, y en funestos paseos,
ya otro, sal o ceniza, te hacen intangible.

Lo veo todo, lo siento todo y me jode confesar:
ademanes, altares, clamores, vértebras de alegría,
retratos carcomidos por la lluvia,
encuentros sagrados, pasitas, por siempres que no duran,
anillos de plata, sucias mordazas, ubicación constelar,
mis horribles poesías...
quiero volverme familiar a todo esto.

Pero tu primer nombre sigue por aquí, cómo en el tiempo aquel,
tu ausencia y tu recuerdo siguen por aquí, cómo en el tiempo aquel.

                                 ¡Aquí!

donde tú seguirías estando,
si una hermosa noche como esta,
los dioses no te hubieran olvidado.

lunes, 28 de marzo de 2016

MÁS ALLÁ

Qué duro debe de ser ajusticiar el corazón de alguien
darle paredón cuando solicitaba cariño.
Que duro debe ser incendiar las cenizas,
apagar la luna,
convertir en grises los versos,
acallarle a alguien el silencio.
Qué duro debe ser cancelarle la lluvia a alguien
hacerle olvidar los colores,
matizar sensaciones,
abaratar los silencios.
Qué duro debe ser mirar unos ojos y volverlos ciegos
esconder en la oscura maleza los pedazos rotos de una sonrisa,
quitarle las vocales a un nombre,
así, sin culpa ni disculpa.
Que duro y qué cómodo es asesinarle el amor a alguien
dejarlo sin Dios,
quitarle su parte del botín,
desaparecer su lado de la cama.
Que duro debe ser quitarle la mitad a su mitad
arrancarle el giro a un planeta,
que duro y qué duró
cuando más allá sólo quedan puños donde deberían haber brazos extendidos.