sábado, 23 de marzo de 2013

EL TECHO DEL MUNDO

El cielo de cuando nos encontremos 
será más amarillo que de costumbre 
tendrá más niebla que rocío 
estará rotundamente frío
será un cielo remoto que encenderemos sin culpa
una geografía nutrida de la vieja hermosura del aire
un recoveco uniforme en el que se esconderán las tinieblas
será un cielo de nieve gris, de fuego verde 
surcado por hojas, inundado por sombras.

El cielo de cuando nos encontremos
será más rojo que nunca
tendrá siempre una pizca de espacio 
un cajón de pandora
un epitafio sin hora
será alfiler de mariposa
tendrá estatuas de sal
árboles sin dueño
aviones de cristal.

El cielo de cuando nos encontremos
tendrá más de yo que de nosotros 
será el porvenir de la mirada
el que acarreé corazones sin destino
ese cielo
nos encontrará ancianos y cansados
tanto que no podremos distinguir el ayer del ahora
y su manada de nubes quimeras del viento
nos juntarán de manera venturosa 
dejándonos a merced 
de un dios que siempre está en silencio
que nunca tiene frío.

domingo, 17 de marzo de 2013

LA COBARDÍA DE LOS VALIENTES

Hay que resucitar las ganas de tornear el frío
aunque sea de manera clandestina / aunque nos quedemos sin abrigo
recuperemos las promesas que nos atraca el sueño
aunque sea por temor / aunque sea desatino
hay que descorchar los hecatombes del alma
aunque sea por desahucio / aunque no mejore la trama
busquemos en los enmarañados y lóbregos caminos
sin estrategia / sin hacimientos
con la moral fantasía / con la inocencia de un niño
rellenemos los abismos / encarcelemos las distancias
y al hacerlo, dejemos las preguntas / quememos el azar
muramos con el menguante aunque sea por ilusos
regresemos del exilio / no le temamos al futuro
dejemos la cobardía para los valientes
que se escondan en el llanto / que se queden con su rabia
y que nuestra pena sea espada / umbral de enjambre / relámpagos sin tiempo
hay que borrar los delirios / hay que infundir la esperanza
de ya no ser narcisos insomnios / atajos que vuelan
hay que morir dos veces / hay que ser flor de libreta.

Hay que ser valiente para revelar lo cobarde
y con la cobardía que sobre, ser valientes

para decirle a una mujer
que no somos sabios poetas.

domingo, 10 de marzo de 2013

ACUARIO EN SI MENOR

Admiras el líquido que hay en el frasco, casi intacto, de clonazepam. Diez mililitros. Rivotril. Las gotas deben mezclarse con agua, té o jugo de frutas. Su venta requiere receta médica que se retendrá en la farmacia. No se administre directamente en la boca. Su uso prolongado puede generar dependencia. ¿Cuántos mililitros de clonazepam, fenobarbitral, tuinal o nembutal necesitarás para descansar?. "Dependencia", esa terrible palabra que usamos con desdén y vanagloria; motor de dichas, columpio de nuestras fobias; "dependencia, dependencia, dependencia". Yo hace mucho que no sé lo que es, tanto hace que no sé de su ineludible poder, de su mágica sensación de que tú existencia fugaz y absurda no es más que algo sin forma, materia indefinida, sustancia elástica, sin peso ni altura, que se dilata, que se contrae, que gira, al principio en pequeñas espirales; luego en espirales más amplias y al cabo, a punto ya de que pierdas la conciencia, vertiginosamente, en torno a un círculo concéntrico que eres tú mismo. Recurrir a las benzodeacepinas o a los barbitúricos para matarse no requiere de valentía, sin embargo, si hay un riesgo. Mucha gente muere intoxicada con ellos, pero no toda la que los usa para matarse lo consigue; dicho de otro modo, ni aunque te bebieras todo el frasco, puedes estar completamente seguro de que conseguirás lo que pretendes. Si ésto no fuese así, ¿por qué piensas en valerte, también, de la pistola?...

(Se detiene, reflexiona y vuelve a comenzar de otro modo).

De la cascada flexible y cercana que es el agua que te refleja, naufraga una cara cuya identidad aprehendes luego de un rato de hacer memoria. Acercas tus ojos a sus ojos, escudriñas la apretada orografía que es tú frente, observas cuidadosamente la rechoncha nariz que se ilumina, los pelos blancos y rubios que te crecen alrededor de las mejillas y las entradas cada vez más grandes que se aprecian en tú cada vez más canosa cabellera. Mientras lo haces, viene a ti y no lo niegues, esa recurrente reflexión, esa penosa idea, ese sanguinario y súbito arquetipo: el miedo que te produce no conocer, sin intermediarios, tú cara. ¿Es real esa imagen, o sólo es una más de las mentiras de tú imaginación?. Hubo un tiempo y lo sabes, en que la muerte y su inviolabilidad llenaban tus complejas especulaciones, reflexionabas y escribías sobre la máxima gracias del hombre y su libertad de quitarse la vida, de saber el momento justo de la última bocanada de aire, del otrora pensamiento, del pasar de la vida por los ojos. Pensabas y no niegues con la cabeza, que al ser humano y no al destino le corresponde el divino derecho de fijar la hora de su muerte.

(Vuelve a interrumpirse, comienza otra vez por el principio).

Las Variaciones Enigma de Elgar van casi a terminar cuando ya la meticulosa luz del anochecer se entrampa, en pardos nubarrones, en el cielo de la ciudad. Sé que te sientes tranquilo, sin angustias, sin miedos. El sueño sigue flanqueando tu almohada y sabes que apenas le des oportunidad caerás en sus tiernos brazos. Los diez mililitros de clonazepam se te ofrecen, te observan, te ruegan en silencio, te allanan, te claman que los tomes, es una tentación; una lógica e irresistible tentación.

Tuyo, tuyo; sensata dependencia, otrora coincidencia.
El caos de tú nombre se derrama en mi boca, y al presenciarlo, es como si nunca me fuera.

domingo, 3 de marzo de 2013

NO PUEDO LLEGAR A TI

No puedo llegar a ti
se fundió la luna del amor
no hay más peldaños
túneles o barcos
se evaporó la clepsidra
se volvió largo tú paso
solo queda el eco de tú nombre
el obituario de tu boca
la languidez de tú rocío
el castigo de tú sombra.

No puedo llegar a ti
Cerbero te guarda
Pigmalión te crea
el Quijote te salva
y el universo te esconde
no soy Odiseo ni Romeo
mucho menos Tristán o Dante
no hilo sueños, no mato Titanes
no derroto gigantes ni bebo cicuta
más bien soy amapola de un día
harapo de cobarde, fariseo de quinto patio.

En cambio tú, tú si eres Dulcinea
Penélope, Julieta, Isolda
mi Beatriz indispensable
mi pétalo intacto
la llave del cielo
un ángel sin tiempo

no puedo llegar a ti

y gratamente estaré tras los cristales
haciendo un dibujo de amor desdibujado.