lunes, 30 de agosto de 2010

CARTA NUMERO OCHO

Remanso de alegría:
De ese respirar de la espuma que brota te escribo, de esas miles de horas sin sueño o sin mañana naciente, desde esas arenas que nadan entre noches distantes, te escribo con las manos cargadas de ideas, de pretensiones que vagan en torno a ti, te anhelo desde el reposo de la vela del naufragio que entra y sale con perdidas ganas de ondear; intento evocar tu rostro, recodar así, radiante, tierna, sola o quizá dormida, el humo de la pipa imantando tus rizos, te atisbo entre cangrejos que muerden mis ropajes, te conviertes en un punto más de éste encapotado horizonte que no cede un minuto de sosiego, te recuerdo en la promesa que jamás cumplí, cuanta falta te habré hecho, cuantos días me pensaste sonriente y feliz, cuantos besos dulces me dejaste de dar por no tenerme (...) cuantos te dejé de dar por no encontrarte.
Tuyo.

No hay comentarios: