miércoles, 20 de octubre de 2010

MALDAD

Je pensais que vous n'étiez pas si mal,
mais tu es pire que le diable lui-même.

Qué triste es verte brincando de sonrisa en sonrisa,
dando tú cuerpo y sabiendo que tú alma es mía,
quedando vacía de la tierna y esporádica caricia,
qué hondo es el pesar por ésta dulce melancolía,
qué amargo el buscarte de camino en camino,
durando tan poco en mis labios el sabor del celestino.

Ya no me quieres y no lo dudo,
me odias casi es seguro,
me imaginas castigando a tú recuerdo,
y nunca más estaré tan cuerdo,
como para dejar de nuevo mi corazón desnudo
y que mi alma sufra otra vez un desfiguro.

Hoy más que nunca creo que eres mala,
te robas la esperanza de quien cruza por tu mirada,
engañas y mientes y nunca te detienes,
las lágrimas mercáis como bienes,
el puñal en mi espalda encajaste enhoramala
y tu esencia en mi cama dejaste abandonada.

Negro tú ropaje, tú espíritu, negro,
perdido entre tus ojos de fuego,
tú cuerpo es suave alegro,
en éste no tenerte, dulce sosiego,
feliz por fin podré vivir,
sin tu maldad pudiéndome obstruir.


lunes, 18 de octubre de 2010

MI ÚLTIMA VOLUNTAD

Yo, cuyo nombre se ha olvidado, con número de identificación; cero, siete, uno, cero, uno, nueve, ocho, seis; declaro que mi corazón es tan viejo y mi piel tan joven como para ya no ser menor de edad; en pleno desuso de mis facultades mentales, obligado por el veneno de unos labios que libremente corre por mis venas y tras una breve y locuaz meditación, 

Expongo:

Que en el supuesto de encontrarme en unas condiciones donde sólo le permita al universo decidir sobre mi y la desgarbada vida que me rodea a causa de haber caído en un profundo estupor por la idea de su indiferencia y la rapidez de su abandono, si dos médicos completamente anacoretas dijeran que es imposible que mi alma regrese a su posición inicial y que esos viejos ojos que por tanto tiempo se perdieron en la fogosidad de su cuerpo no brillaran de nuevo y que mi mano suave y secreta no rozará otra vez la circunferencia de sus pechos ni que mi labio superior se perderá entre sus coyunturas como crío en las faldas de su madre, mi voluntad que sólo puede ser cuestionada por un sordomudo será la siguiente:

A) Que no se dilate mi vida un segundo más por medios artificiales, tales como el amor comprado, los fluidos intravenosos o la resucitación con mentiras blancas.

B) Que no se me suministren los fármacos necesarios para paliar al máximo mi malestar, ya que quiero todo el dolor posible en el cuerpo para ver si así disminuye un poco el de la mente y el sentimiento, no importa que al no dármelos continué respirando, ya que así por lo menos puedo disfrutar de su primaveral fragancia de ninfa.

C) Que si me hallo en un estado particularmente lúcido, se me administren un par de inyecciones de rayos de luna y hojas de otoño para así recuperar el prodigioso sueño de haberla poseído.

D) Si llego a tener uno o algunos de los siguientes padecimientos sólo les pido que no hagan ni digan nada; daño cerebral a causa de los golpes contra el muro, tumor maligno ocasionado por la ingesta de su sudor mientras nuestros cuerpos se unían, demencia causada por la no asimilación de la idea de verla ajena y olvidada y enfermedades o situaciones de gravedad comparables con las anteriores.

E) Designo como mi representante a la sombra que desde hace veinte años me acompaña para que vigile el documento de las instrucciones sobre el final de mi vida expresadas en éste escrito y tome las decisiones necesarias para tal fin.

F) Manifiesto, asimismo, que libero a los médicos, chamanes, brujos, adivinadores, gitanos, nigromantes, aojadores y zahoríes que me atiendan de toda responsabilidad civil, penal y espiritual que pueda derivarse por llevar a cabo los términos de esta declaración que no deja de ser locura amorfa.

G) Me reservo el derecho de no revocar esta declaración en cualquier momento, en forma oral o escrita.

martes, 12 de octubre de 2010

DE MITAD PARA ADELANTE

La euforia del quince de septiembre ha terminado, la histeria masiva por una arenga de lucha ya duerme entre pairos y derivas y sólo quedan residuos entre los trenes o alguna propaganda que dispersa sigue colgando de un poste de luz o uno que otro anuncio que viaja en el colectivo, incluso ya pasó el inolvidable dos de octubre que ésta vez si se olvidó, ahora, los estudiantes no protestan ni hacen marchas con cánticos bien-aventurados, sólo bailan al compás de una seudo-democracia que les imanta y obnubila la mente, los estudiantes de ahora, estudian nuevas formas de perder el juicio, de idolatrar a falsos profetas o a estrellas estrelladas; que rápido se nos va el año, ya estamos por importar fantasmas del norte y pizcar flores de nuestros olvidados campos, estamos por visitar cementerios sin cemento y criptas de nombres olvidados, a éstas alturas, nos gusta cocinar calabaza y ponerle tragos de algún mejunje en ofrendas desganadas a nuestros muertos que nunca vivimos en vida; que rápido se nos va el año y la vida, que poco y que repetitivo tratamos de sobrevivir; ya pronto celebraremos el nacimiento del dios nacional al cuál simulamos ofrecerle pero le exigimos sin medida que nos quite las incapacidades y que por ósmosis caiga de la membrana celestial la gloria que no podemos o siquiera merecemos; que rápido se nos van tres cientos y sesenta y cinco lunas, que instantáneo es el instante, que efímero es el último suspiro del año que se pierde junto a todos los demás, qué será lo que obtendremos en el último y moribundo segundo antes de que el reloj campanee las doce, cuál será el recuerdo más fresco que tendremos de los doce meses que se fueron entre lágrimas y penitencias y lo más importante, el año siguiente a éstas alturas seremos los mismos o nos habremos dejado tragar por un animal tan temido y adorado como lo es el tiempo.