domingo, 29 de septiembre de 2013

MULTITUD DE TRES EN CLAVE DE SOL

Me habitan sin restricciones,
me traicionan en cuanto les doy la espalda
actúan por sí solos
se complacen a sí mismos
y cuando juego ajedrez, cantan.

No sé bien cuando llegaron a mi vida,
no sé quién les abrió la puerta,
si llegaron por la noche,
si los encontré o me invadieron,
sólo sé que uno llegó con libélulas, las otras dos, con besos.

Los tres me recorren,
saben pulgada a pulgada lo que me contiene,
de vez en vez y al azar, pintan de azul mis muros,
me acompañan mientras tomo la mano de alguien,
cuando le abrazo, cuando le miro, cuando le callo,
su plenitud es mi soledad,
su deformación mi pretexto.

Son tres o quizá diez,
son tantos los ecos que escucho, que ya no sé diferenciar,
sin embargo cuando el viento determina mi futuro,
son ellos los que me dejan junto al mundo,
los que bajo el aguacero me reparan
y su otoño es mi conciencia
su anhelo es mi oasis.

En realidad no sé qué son,
el sueño mío de una tarde lluviosa
o parte de mi currículum vítae.

VARIACIONES SOBRE UN TEMA DE ORTEGA Y GASSET

En realidad que soy sin ti,
qué clase de enemigo me sé, si no te engaño,
en qué mundo me creo que estaré,
de qué finita pantomima seré protagonista,
qué terrible azar nos convertirá en arlequines,
con qué consecuencia nos quemaremos,
de qué amapola penderá nuestro presente,
con qué temor de mañana tejeremos nuestras dudas,
si en tú acullá no estoy, si no estás en mi camino.

Me ocupo de ti, vivo en ti, actúo en ti, me dirijo a ti,
y en el color de mi infancia te encuentro remota,
te sé venturosa y sin sueño, con principio pero sin fin,
y al contener mi rabia de tú rescuentro, sopla mi brisa,
sé de ti lo que pienso, soy tú huésped, tú inquilino,
más sin embargo colecciono sarcasmos,
y cómo huésped solamente tuyo, sabes de mi lo que pienso,
soy el extraño de ti y cuando sé que a lo lejos me miras, me escabullo.

Cuanta contradicción, cuanta derrota,
¿quién defenderá la circunstancia?
serán los alegres o los sordos,
quizá los locos y los vivos,
tú, yo, los que somos, los que no sabemos que somos, los que no tienen poros, los que tienen sangre en la memoria, los que anuncia la derrota, lo que no tienen escudo ni risa, los administradores, los leprosos, los pobres, los medio ricos, los que temen al dolor, los que aman a la muerte, los proxenetas con mayúscula, los ciegos, los videntes, los que se comen el pasto, los que bailan en la tumba del muerto, los que no tienen corona, los fusilados, los buzos, los torturadores, los suicidas o quizá los matemáticos.

El mundo está al revés y también viceversa,
por eso tú y yo somos un presente,
un tranquilo y misericordioso infinitesimal entre infinitos.