viernes, 10 de abril de 2015

DOS ES IGUAL A UNO

No tengo nada más para decir; hoy, te fuiste, por segunda vez te fuiste. No diré que me abandonaste, mucho menos diré que el dolor se hace soportable con pastillas y alcohol. No puedo confesar que hoy, cómo aquella vez, lloré hasta quedarme dormido. No sabes lo que es estar sin ti, lo que cada madrugada me susurra al oído. Cada vez es más difícil, cada vez el dolor me deja una cicatriz más grande, cada vez se complica el seguir respirando. Pero alguien tiene que seguir saludando, alguien tiene que seguir diciendo lo que pocos dicen, alguien tiene que levantar la mano y atreverse. Es complejo, lo sé, pero aquí estoy, de nuevo sin ti, de nuevo pensando en el mañana que nunca llega, en el ayer que nunca se va. Por segunda vez te fuiste, por segunda vez me toca montar guardia, por segunda vez tengo que aprender a vivir sin ti. Espera, no es cierto; si quiero puedo colgarme de una lámpara o tirarme al vació, si quiero puedo beber veneno o clavarme un cuchillo. Eso es, ahí está la respuesta; ahora, si en verdad me quieres, tú serás quien me alcance.

No hay comentarios: