miércoles, 2 de diciembre de 2009

REGRESO

Hacia tanto tiempo que no pasaba por ahí,
lúgubres callejones,
en donde despintadas las aceras,
ven pasar el tiempo del conmigo y el sin ti.

No sentí más cosa que nada,
solo un grueso de arena bajo mis pies,
en donde los baches, los topes y los faroles,
ya no son cubiertos, volados y encendidos,
por tu dulce aguamiel.

Encontré un par de ecos de mis risas,
hoyos cubiertos por lágrimas que ya lloré,
el humo tatuado en mi frente,
y el sol en los ojos quemándome la piel.

Me fui sin la gloria ya perdida,
preguntándome cuando volveré,
eso depende de un ave,
que a su nido yo escolté.

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