jueves, 13 de septiembre de 2012

FAVILA

Esta vez no habrá despedidas
ni amargas piedritas en la ventana
basta de darle miradas al techo
no más juegos de olvido y engaño.

Ve tú a saber si volveremos a pensarnos
si los sueños raudos terminarán sin alas
si las almohadas encontrarán fatigas
si agonizarán de nuevo nuestros pasos.

Imagino que caeremos cien veces en cien muescas
nos perderemos en la coraza del silencio
penetrarán las esquirlas la utopía
la calma se perderá en nuestra ruina.

Aprenderemos que también dios se queda sin argumentos
repetiremos el hastío o el azar de la deriva
ampararemos el futuro que se abisma
el surco del mañana que separará tú fronda de la mía.

Emboscados por el río del infinito
seremos presos del enigma
sin preces ni augurios
solo las cifras de una vida.

Compartiremos el exilio
los ecos migrarán al pasado
seremos noche tierna sin luna
granizo breve que aniquila.

En la desgana brillará nuestro tiempo
en el error crecerá el presagio
en las gotas nacerá nuestro ocaso
en el mundo se recordará nuestro paso.

Al cabo de años de memorias olvidadas
comienzan a dolernos, comienzan a posarnos
al cabo de almas perdidas en las sombras
comienzan a bloquearnos, comienzan a pedirnos.

Bendito sea entonces este final sin principio
maldito sea entonces este stock de amor
que no se termina con el cataclismo
que nunca se cansa de proezas.

Esta vez entonces no habrá despedidas
aunque -ojalá que no- sea la última.

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