miércoles, 27 de enero de 2010

DISTANTE

No hay tiempo ni paredes ni lamentos
solo tu cuerpo y el mio y el blando deseo de tenernos
te aprietas a mi repasando mis ojos que te miran
te beso y muero y revivo con el siguiente suspiro
mientras mis manos agonizan sobre tus crecidos pechos
y mis labios ajenos de tu profunda indiferencia se arrastran
sobornando tu oído e inquietando tu cuello
queriéndonos deseándonos penetrándonos
en silencio mientras la luna medita sobre nuestro encuentro
mi cuerpo desnudo y mi corazón inflamado
tu corazón desnudo y tu cuerpo exaltado
en donde el destino se nos introduce
las miradas se concentran
los gestos se engrandecen
y la vergüenza nos fermenta
sin tiempo ni paredes ni lamentos

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