Toxicómano de la elegancia de tu vilipendiar
yonqui de la miel escurrida de tus dulces muslos
consumidor de recuerdos y tristezas y anhelos y fugas nocturnas
adicto a las cápsulas de la hoguera del amor quemado
tus narcóticos ojos que me tumban y quiebran
la somnífera ternura con la que descansa tu cansado respirar
el espectáculo soporífero de los gestos que no vemos
y me vuelvo un comprador de tus hipnóticos besos y tu lengua de víbora
en donde las barbitúricas amenazas que disparaste en mis oídos muertos
dejan de lado las paletadas de olvido, las flores y los besos derramados
ensimismado petrificado y distorsionado tiemblo indistintamente
me anticipo me atraso y me monto sobre tus gestos que no veo
y ando como cualquiera
con amores
dolores
grasa
vejez
siendo un adicto de lo que un día fui
1 comentario:
¡Siempre las palabras alimentan mi alma!
Muchas felicidades por tu hermoso talento, hacen revivir recuerdos, te hacen sentir vivo.
Saludos y mucho gusto!
Atentamente
Una adicta
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