miércoles, 11 de noviembre de 2009

PRIMERA VEZ

La voz del viento narrador me habla de nuevo,
dejaré que las tormentas me calmen el alma,
que el menguante del sol ilumine mis cansados ojos,
que las claras nubes vuelen sin rumbo,
y las hojas verdes que caigan de su lecho,
dejare mis sueños para que te fabriques un listón,
con mis ganas construye una escalera,
con mis ojos sin vida cómprate un paraguas
y con mis lágrimas arma tu horizonte.

En tu lontananza piérdete,
que en mi tristeza por antonomasia moriré,
con la vida en un suspiro,
con el amor en el piso,
y la cabeza perdida entre gotas de rocío,
tu maldito nombre olvidaré,
lo haré de verdad,
perdiéndome de nuevo,
entre las miles de caras añejas,
construiré mi castillo entre los vacíos que se quedan,
y no me pondré ninguna armadura,
para que aquel que me hiera pueda ver mi sangre floral,
para que la luna pueda desaparecer,
y los diestros y principiantes puedan gozar de su careta,
engañando en la cantidad de su felicidad,
y solo teniendo remedos de lo que no conocen,
mientras yo no tengo a quien abrazar,
y mi voz se transforma en niebla de octubre,
y me doy cuenta de que ya ni sonríes,
y detengo el mundo entre mis ramas,
y la fuente de agua pura ya no calma mi sed,
ni tu risa cristalina aparece cual fantasma en pasillo,
ni tu vientre de paloma ya no es el premio a mi frialdad,
y me doy cuenta que he perdido la frescura con que ideé mis planes la primera vez.

No hay comentarios: