jueves, 31 de diciembre de 2015

¿POR QUÉ EDUCAMOS?

¿Por qué educamos?
si cada muerte viene con su hora
si el tiempo es guarida de ladrones
si la patria explota antes que nos alcance la vergüenza
si la vida no es más que un blanco inmóvil
si estamos más lejos que cualquier horizonte
usted preguntará ¿por qué educamos?
si nuestro bravos mueren de tristeza
si no están quedando árboles ni cielo, y el universo se volvió destino
si cada noche un insomnio y cada despertar un desatino
usted preguntará ¿por qué educamos?
educamos porque el hoy no tiene nombre pero tiene nombre su destino
educamos por algún futuro
educamos porque el río está sonando y si suena el río, suena el río
educamos porque todo
por el pueblo
por nuestros vivos pero sobre todo porque nuestros muertos quieren que eduquemos
educamos porque ya no es suficiente el grito y porque estamos hartos de vivir en la derrota
por la niña, por el niño y por las pequeñas cosas,
educamos por las estrellas fugaces
porque creemos en la gente y en el campo que huele a primavera
educamos porque somos militantes de la luna
por los sobrevivientes del suicidio
por los que dicen que la felicidad existe
por los de los puentes y por los de abajo de ellos
por los ricos y por lo que no lo son tanto
por los que dicen que la ignorancia nutre

Educamos
o al menos eso decimos

mientras nos aguanten las respuestas.

ÚSESE DESPUÉS DE TIRARSE

Que insípida es la muerte cuando ya no se puede jugar con ella,
que paranoica está por los ruidos que hace la vida de noche,
infame y aburrida aunque el diablo le bendiga,
triste cataclismo
páramo oscuro de alegría.
Que proeza es hoy morir habiendo tanta vida en las esquinas,
su bendita ignorancia; aquella que no sabe de rebaños de nubes o manadas de viento,
de fríos de octubre
de limones de azar
de agua de marzo.
Que juguetona resulta ser la muerte cuando es entre rocas \ soplo de brisa
caricia lejana \ amparo de lujuria
¿Cuántas caretas tendrá la muerte?
Yo la he visto con cara de monstruo
ese que se esconde en la risa
ese que está debajo de la cama
ese que pincha los ojos
ese que se esconde entre las sombras
Yo la he visto con cara de vida
esa engalanada por los homicidas
esa de la piedad persuasiva
esa que fue malparida
Yo la he visto con cara de mujer hermosa
esa que espera con los ojos cerrados
con los pechos cercanos
con las piernas abiertas
y cómo ellas
nos usa después de tirarnos.

Ciudad de México\ D.F.

Prohibido manejar a más de ochenta
Prohibido dar vuelta a la derecha en esta ciudad de izquierdas
Prohibido ser clandestino en la red
Prohibido faltar a misa los domingos aunque entre semana nos importe poco la condena
Prohibida la eficacia con excepción del lecho conyugal
Prohibida la tristeza, a menos que haya sido previamente tramitado el permiso,
Prohibido no ser corrupto
Prohibida la primavera, las palabritas y las palabrotas
Prohibidas las reuniones de más de una persona
Prohibido no cerrar la calle para cumplir algún capricho
Prohibido radio UNAM, la trova y Delgadillo
Prohibidos los sindicatos, los perros de casa, las minifaldas, los anticonceptivos, el trago amargo y la nube gris.
Absolutamente prohibidos los pies de plomo en éste mundo de aluminio
Prohibidos los inviernos, las postales, los vaqueros
Prohibido no sacarle foto a la comida, a los sueños y de vez en cuando a la vía láctea
Prohibida sin perdón la eficiencia y el pensamiento humano
Los zurdos
El jilguero
La disidencia
Los puños apretados y el amargo en la saliva
Prohibido no ser tumor maligno en la ajena sonrisa
Prohibido no ser otro siendo el mismo
Prohibido ser camino y no piedra

¿Pero quién no querría suicidarse?