sábado, 6 de junio de 2015

CLOUD ATLAS

Siempre me he preguntado si las nubes serán acaso solidarias. Digamos la orográfica que tiene forma de calaca con la de convección térmica que es una jirafa con el cuello roto. Si la producida por un frente que tiene forma de ganso le dirá a la que es espada que una turbulencia le espera por delante. Sabrán las cumulonimbus incus en forma de palapa que al apostarse en el parque le hace un bien a las hormigas que construyen. Si le avisarán a la que tiene forma de ballena que un avión con 107 Ismaeles está por arponearle las entrañas. La cirros que empiedra el cielo marrón le avisará a la castellanus que su voraz enemigo, el rayo, le quiere destruir la torre más alta. Pobres nubes, no entienden que su peor enemigo no es el viento huracanado ni la centella cómo látigo, sino el ionizador de aire de Alexander Chizhevsky.

viernes, 5 de junio de 2015

SIN UNO MISMO

No tengo mucho que decir, excepto que una tristeza me embarga. Sí, me embarga. Pero no es de esos embargos rápidos, sutiles; no es uno de esos de entrada por salida generado por una deuda súbita. No, éste embargo, si le puedo seguir diciendo así, me quita un poco de aquí, un mucho de allá. Por ejemplo, hace años se llevó el recuerdo de cómo era tú voz y me dejó sólo con el tono intermitente de una línea ocupada; entró mientras dormía y me despojó del aroma de tú cabello cuando estabas recién bañada. Tal parece que mi deuda es monstruosa y la tristeza se ensaña. Los intereses por el millón de estupideces que cometí contigo son incalculables. Los quince dígitos de mi sumadora Casio no son suficientes para mostrarme el número indicado; el que al saberlo, me dejaría un poco tranquilo, ya que dedicaría todo por saldarlo. No, la tristeza me embarga y lo peor de todo es que no hay divisa o inmueble que la satisfaga.