Vienes totalmente vacía a mi encuentro
sordamente amándote
raudamente odiándote
con mi cuerpo de lluvia
pensando en ti, tu en ti, todos en ti,
de nuevo te amo cuando nos acostamos
y en tu desértico cuerpo me pierdo
sintiendo que estas hecha para mí
como cóncavo y convexo
desaparecemos un instante
nos clavamos, penetramos, mordemos,
porque tu codo y tus pechos me lo confían
y mi piel me lo declama como un cuento,
pero hay momentos en que me preocupas
por que te veo ajena
te desconozco, te confundo, te olvido,
como la mujer de otro,
queriéndote en deseo
odiándote sin entierro
y amándote más.
miércoles, 23 de diciembre de 2009
OLVIDO EL INSTANTE QUE RECUERDO
Olvido el instante que recuerdo
para llegar al nuevo instante con sorpresa
algo que busca, algo que no encuentra
fácil desencanto que me penetra
descubro en la rama del árbol
en la ciudad, en el agua sin camino
el aire movido por tu silencio
entregándome, llorando, yendo,
insaciablemente solo, solo,
parecido a la hidra que no envenena
flotando sobre diablos y dioses
con hambre, con perpetuidad,
jugando a tatuar el aire
a coger el humo
a cantar la fugaz vida
y solo soy manco, cojo y ciego
trabajosamente alcanzo a respirar
desde el balcón
en la ventana donde las golondrinas reposan
pensando, solo pensando,
trazando líneas con el humo del cigarro
y este cielo oscuro, con estrellas miedosas
se perfuma de tu aroma
y se pierde junto con tu encanto.
para llegar al nuevo instante con sorpresa
algo que busca, algo que no encuentra
fácil desencanto que me penetra
descubro en la rama del árbol
en la ciudad, en el agua sin camino
el aire movido por tu silencio
entregándome, llorando, yendo,
insaciablemente solo, solo,
parecido a la hidra que no envenena
flotando sobre diablos y dioses
con hambre, con perpetuidad,
jugando a tatuar el aire
a coger el humo
a cantar la fugaz vida
y solo soy manco, cojo y ciego
trabajosamente alcanzo a respirar
desde el balcón
en la ventana donde las golondrinas reposan
pensando, solo pensando,
trazando líneas con el humo del cigarro
y este cielo oscuro, con estrellas miedosas
se perfuma de tu aroma
y se pierde junto con tu encanto.
LOS TENGO JUNTO A MI
Los tengo junto a mí en el mercado,
en el bus, en el cine y en la yerba,
con las manos apretadas y los ojos vendados
temblando por miradas,
que mueven, que enseñan,
ofreciendo lo que no tienen
creyendo anticipadamente
uno, otro, solos, acompañados,
he visto como se pierden en patios viejos,
en aceras rotas les crecen raíces
con faroles incandescentes por ceniza
en los teatros buscando una sátira impropia
adivinando el goce del floral de a lado
sellándose con los labios
abriéndose con la cólera
untándose el bálsamo de la individualidad
pero siempre juntos,
como moneda de miel y cielo.
en el bus, en el cine y en la yerba,
con las manos apretadas y los ojos vendados
temblando por miradas,
que mueven, que enseñan,
ofreciendo lo que no tienen
creyendo anticipadamente
uno, otro, solos, acompañados,
he visto como se pierden en patios viejos,
en aceras rotas les crecen raíces
con faroles incandescentes por ceniza
en los teatros buscando una sátira impropia
adivinando el goce del floral de a lado
sellándose con los labios
abriéndose con la cólera
untándose el bálsamo de la individualidad
pero siempre juntos,
como moneda de miel y cielo.
martes, 22 de diciembre de 2009
SIN MAS NI MAS
Sin más ni más te invoque,
Deseando lo que no
Amando lo que fue
Agitando las estrellas
Como péndulos sin tiempo
Como mares sin espuma
Sintiendo los sonidos
Mirando los sabores
y guardando en caja fuerte los fantasmas
Prendidos como llama
Como ancla a un barco hundido
Mascullando un par de secretos
Diciendo lo que la vida quiere
y se termina la eternidad
Como árbol sin raíces
Como cielo sin pudor
Y ahora
La vida me deja
Me abandona, me perdona
Olvida mi nombre en carne trémula
Y se transforma en espacio
En vacío, en victoria
Fuera de ti pero ya sin mí.
Deseando lo que no
Amando lo que fue
Agitando las estrellas
Como péndulos sin tiempo
Como mares sin espuma
Sintiendo los sonidos
Mirando los sabores
y guardando en caja fuerte los fantasmas
Prendidos como llama
Como ancla a un barco hundido
Mascullando un par de secretos
Diciendo lo que la vida quiere
y se termina la eternidad
Como árbol sin raíces
Como cielo sin pudor
Y ahora
La vida me deja
Me abandona, me perdona
Olvida mi nombre en carne trémula
Y se transforma en espacio
En vacío, en victoria
Fuera de ti pero ya sin mí.
viernes, 18 de diciembre de 2009
SUEÑO QUE NO SUEÑO QUE TE SUEÑO...
Sueño que no sueño que te sueño
queriendo ser manco para no tocarte,
imaginarte, desearte,
y ciego para poder mirarte
perderte en la brisa, y volverte a ver,
mientras perfumas con ahínco tu aliento
que se vuelve mi improbabilidad.
Oigo lo que no oigo
y en tu cabellera imantada
se pierde el humo del cigarro que te acaricia,
que no te toca, que se pierde,
como mano vieja sin arrugas,
que no se olvida pero que se mueve
con rítmico espanto, con suave buenaventura.
Una convalecencia cae sobre mis besos
en la inmóvil planicie de tu espalda
mientras derramo mis suspiros
y busco lo que se ha ido y pienso en lo que será
gritando tu nombre en silencio, en soledad,
recordando conversaciones que olvido y que revivo
hoy,
que se asoma la noche,
que se ríe y que se va.
queriendo ser manco para no tocarte,
imaginarte, desearte,
y ciego para poder mirarte
perderte en la brisa, y volverte a ver,
mientras perfumas con ahínco tu aliento
que se vuelve mi improbabilidad.
Oigo lo que no oigo
y en tu cabellera imantada
se pierde el humo del cigarro que te acaricia,
que no te toca, que se pierde,
como mano vieja sin arrugas,
que no se olvida pero que se mueve
con rítmico espanto, con suave buenaventura.
Una convalecencia cae sobre mis besos
en la inmóvil planicie de tu espalda
mientras derramo mis suspiros
y busco lo que se ha ido y pienso en lo que será
gritando tu nombre en silencio, en soledad,
recordando conversaciones que olvido y que revivo
hoy,
que se asoma la noche,
que se ríe y que se va.
lunes, 7 de diciembre de 2009
SIN REMEDIO
No salves el dulce y tierno beso,
ni el aroma del perfume del cielo,
tus ojos, mis manos, tu brazo,
la piel de los dos que muchas veces fue de uno.
No rescates el frondoso jardín de tu vientre,
ni la magnificencia de la cima de tus pechos,
deja que muera el deseo de aprenderte,
y que se pierdan los ecos de mis truenos.
No ayudes a que vuele con alas de mariposa,
cercena mis lamentos con la espada de tus pies,
persigue tu susurro de huracán que no ves,
y disemina las ruinas de mi vida hermosa.
No apoyes más tus codos contra mi pecho,
arrumba y derrumba los troncos de tus dedos,
inhala y exhala las nubes de tus miedos,
arrincona y apila mis últimos y marchitos sueños.
ni el aroma del perfume del cielo,
tus ojos, mis manos, tu brazo,
la piel de los dos que muchas veces fue de uno.
No rescates el frondoso jardín de tu vientre,
ni la magnificencia de la cima de tus pechos,
deja que muera el deseo de aprenderte,
y que se pierdan los ecos de mis truenos.
No ayudes a que vuele con alas de mariposa,
cercena mis lamentos con la espada de tus pies,
persigue tu susurro de huracán que no ves,
y disemina las ruinas de mi vida hermosa.
No apoyes más tus codos contra mi pecho,
arrumba y derrumba los troncos de tus dedos,
inhala y exhala las nubes de tus miedos,
arrincona y apila mis últimos y marchitos sueños.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
REGRESO
Hacia tanto tiempo que no pasaba por ahí,
lúgubres callejones,
en donde despintadas las aceras,
ven pasar el tiempo del conmigo y el sin ti.
No sentí más cosa que nada,
solo un grueso de arena bajo mis pies,
en donde los baches, los topes y los faroles,
ya no son cubiertos, volados y encendidos,
por tu dulce aguamiel.
Encontré un par de ecos de mis risas,
hoyos cubiertos por lágrimas que ya lloré,
el humo tatuado en mi frente,
y el sol en los ojos quemándome la piel.
Me fui sin la gloria ya perdida,
preguntándome cuando volveré,
eso depende de un ave,
que a su nido yo escolté.
lúgubres callejones,
en donde despintadas las aceras,
ven pasar el tiempo del conmigo y el sin ti.
No sentí más cosa que nada,
solo un grueso de arena bajo mis pies,
en donde los baches, los topes y los faroles,
ya no son cubiertos, volados y encendidos,
por tu dulce aguamiel.
Encontré un par de ecos de mis risas,
hoyos cubiertos por lágrimas que ya lloré,
el humo tatuado en mi frente,
y el sol en los ojos quemándome la piel.
Me fui sin la gloria ya perdida,
preguntándome cuando volveré,
eso depende de un ave,
que a su nido yo escolté.
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