jueves, 27 de agosto de 2009

COMO TU NADIE

Como una rosa de castilla que con sus suaves pétalos perfuma,
y con tu tallo hieres plagado de mil espinas,
cuantas piedras has dejado inmaculadas,
cuantos áridos caminos han marcado tus pies cansados,
desvelos has sufrido, lágrimas inmaculadas de tus ojos han caído,
miedo por la ausencia, dolor por tu dominio,
magistral cabellera que de pálido se ha vestido,
eres ama de tus aposentos, reina de tus desencantos,
alfa y omega de todos mis triunfos y fracasos,
ad libitum me tomabas por el brazo,
magnánimamente me acurrucaba en tu regazo,
¿cuantos besos se han quedado mudos en cincuenta veranos?,
¿cuantas veces te he dejado de decir te amo?,
no se las respuestas ha esto adalid mío,
solo se que tu voz ha cambiado con el tiempo,
muchos de tus sueños cayeron presa del sueño,
te convertiste en jardinera de una orquídea y tres tulipanes
tu sudor indulgente se ha evaporado,
tu sonrisa ha prolongado mi tranquilidad,
soy parte de ti, de el viento, del fuego y de la noche,
y hoy madre mía,
hoy que caminamos la misma senda,
que nos aparta y nos estrecha,
ya no perdamos risas, lágrimas, susurros y besos,
perdamos mejor la inquina que por momentos nos rodea,
miremos más atardeceres, hablemos más con las estrellas,
aunque se escondan por el brillo que emanemos,
hoy querida Santa de todos mis rezos,
te quiero decir solo una cosa más,
Gracias por ser mi mamá.

jueves, 13 de agosto de 2009

NO LO ES

No es que seas hermosa por lo que yo pierdo la respiración cada ves que te veo,
no es tu sonrisa de color nube la que me deja sin sueño,
no es tu suave y terso pelo el que me derrumba cada ves que lo observo al contoneo con el viento, solo es que tu, gitana venturosa me dejas sin aliento.

No son las rosas en tu espalda,
ni el jazmín que expide tu cuerpo,
no son los susurros angelicales de cuando hablas,
no son tus pies andariegos,
ni las miradas cargadas de desdén,
ni tus ojos como fuego,
detengo mi respiración para ver si tu respiras y respirar del aire que ya no respiras,
estas tan presente y tan lejana, casi eterna, fuera del tiempo,
me llena el miedo de que te vayas,
de perderte y de tenerte,
de que algún día mueras en mis sueños,
te juro que no es tu belleza la que hace que me pierda,
solo son mis locas ganas de tenerte.